Santiago de Compostela. Cómo conocerlo

Galicia

Santiago de Compostela. Cómo conocerlo

VISITAR LO CONOCIDO

Para visitar su indescriptible "patrimonio de la humanidad", aconsejamos este itinerario: 

Plaza del Obradoiro (Hostal de los Reyes Católicos, palacio de Gelmírez, Catedral, San Xerome y Palacio de Raxoi);   

Plaza de la Azabachería o de la Inmaculada (fachada neoclásica de la catedral, con su "cruz dos farrapos" y el monasterio de San Martín Pinario);

Casa de la Troya

Plaza de la Quintana (puerta santa, torre del reloj o Berenguela, monasterio de San Paio de Antealtares, casa de la Parra)

Plaza de las Platerías (fachada catedralicia de Platerías, fuente "dos cabalos", casa del Cabildo);

plazuela y Palacio de Fonseca, Rúa Nova, Rúa da Raínha, Rúa do Vilar y Paseo de la Herradura.

Completaremos el conocimiento de la ciudad con una panorámica de la "nueva Compostela": multiusos del Sar, estadio de San Lázaro, pabellón de la Expo, palacio de Congresos, monte do Gozo, parque y museos de Bonaval (de Arte Contemporáneo y del Pobo Galego), Auditorio y la espectacular Ciudad de la Cultura, cubriendo el monte Gaiás.

Y DESCUBRIR LO DESCONOCIDO

Nueva arquitectura en Compostela

Siza, Hedjuk, Eisenman, Noguerol, Arenaza y Pujol, Kleihues... son algunos de los últimos arquitectos que han dejado huella en Compostela. Edificios sorprendentes (como las Torres Hedjuk), o rodeados de una arquitectura secular (como CGAC de Álvaro Siza), salpican una ciudad que también  ha sabido apostar por el futuro.

Museos olvidados

Compostela ofrece una atractiva variedad de museos, algunos de ellos casi desconocidos. Recogen la etnografía de Galicia (Museo do Pobo Galego), o muestran el modo de vida de hace más de cien años (Casa-Museo de la Troya), o exponen piezas medievales (Museo de la Colegiata de Sar), o son pinacotecas de arte surrealista (Museo Granell); otros coleccionan sobre saberes científicos (Museo de Historia Natural) o aproximaciones sorprendentes (Museo de Tierra Santa). Algunos se llenan temporalmente de tesoros (Fundación Torrente Ballester, Casa Grande do Pozo...). Entre bastantes más, éstos son algunos ejemplos, pero hay alternativas al gusto de casi todos.

Rutas del Barroco

Si Santiago nace con el románico, Compostela se viste con el barroco. Con este estilo arquitectónico - que aquí se identifica con el sobrenombre "compostelano de placas" - se levantan numerosas iglesias, palacios, fuentes, retablos, órganos... Y, sobre todo, se revisten construcciones anteriores - como la propia catedral -, o se crean espacios - como las falsas fachadas de la casa del Cabildo y del convento de las Clarisas -. Esta visión nos mostrará un Santiago desconocido, al margen lo de convencional.

Edades de Compostela: primeros tiempos

Más allá de la imponencia de sus edificios, existe una Compostela primitiva y oculta, que se extiende más allá del núcleo urbano. Petroglifos, castros y castillos abundaron una vez en estas tierras. De ellos aún existen restos, vagos en algún caso, pero que mantienen altaneros sus nombres  y leyendas: Conxo, Rocha, Pico Sacro, Cira, Altamira, Castro Lupario... Esta visión nos mostrará un Santiago desconocido, al margen de lo convencional.

Escritores en Compostela y Padrón

Son incontables los personajes que, en uno u otro tiempo, se relacionaron con Compostela y Padrón. Destaca el colectivo de escritores, poetas e historiadores. Algunos, como Hemingway, García Márquez y Paulo Coelho, pasearon sus calles, otros la vivieron y habitaron: Rosalía de Castro, Valle Inclán, Otero Pedrayo, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Álvaro Cunqueiro, Camilo José Cela, Gonzalo Torrente Ballester... Muchos rincones reviven en sus textos o recuerdan aún anécdotas y presencias: Casa-Museo de Rosalía, Fundación Camilo José Cela, Panteón de Gallegos Ilustres, Café Derby, El Asesino...

Los años del modernismo en Santiago

El modernismo en Santiago no se hace exultante, como en otras ciudades, sino que se integra y comparte espacios con lo anterior. Se conservan numerosos edificios: la Finca do Espiño, Casa de la Troya, Casino, Teatro Principal, entorno de la Exposición Iberoamericana de 1909... En la memoria de los compostelanos aún permanecen personajes populares, como las Marías (su célebre grupo escultórico en la Alameda así lo atestigua); costumbres, como el concierto del domingo, e incluso mobiliario urbano, como el quiosco del Toural y los bancos de Sargadelos, también en la Alameda.

Gárgolas y capiteles

En las cornisas renacentistas del Hostal de los Reyes Católicos -antiguo hospital de peregrinos-, en el monasterio de San Martín Pinario, en la Casa de la Parra, abren sus fauces las bestias de piedra, las gárgolas aleccionan desde lo alto. Encontramos, dispersos por la ciudad, cruceros legendarios (como el de Bonaval) y capiteles de la primera y de la penúltima épocas (catedral, hotel Compostela y joyería Malde).

Ruta de las Universidades

La Biblioteca América es una de las muchas joyas creadas en los últimos cinco siglos por la Universidad de Santiago. Sus construcciones clásicas (San Xerome, Pazo de Fonseca...) contrastan con sus apuestas vanguardistas (Burgo de las Naciones, Facultad de Periodismo...)

Marcas de propiedad y blasones: la villa levítica

Basta con levantar la mirada para descubrir en las fachadas hermosísimos ejemplos de blasones (escudos nobiliarios de quienes mandaron construir los edificios y  de quienes los compraron o heredaron), así como llamativos emblemas de propiedad. Son testigos iconográficos que pregonan las raíces de sus propietarios o la pertenencia de esa casa a alguna institución (eclesiástica o universitaria). Descubrirlos ayuda a entender una parte de la historia de Compostela

Santiago es un libro que se lee con los pies

La única manera de entender Santiago es patearla, andarla. Tenemos largas rutas para leer "este libro de piedra, esta ciudad de piedra". Y de noche, visitaremos lugares que fueron fábrica de chocolates, establos, tiendas tradicionales, paradas de coches; todos estos rincones antiguos tienen en común que ahora están reconvertidos en pubs y mesones de estudiantes

La primera vista de las torres 

Siete puertas tenía Compostela y en casa una desembocaba uno de los Caminos. Siguiendo el "francés", por ejemplo, unas leguas antes de alcanzar la meta, el peregrino subía veloz el Monte do Gozo, para arrodillarse en la cima  dar gracias a Dios por permitirle contemplar las torres de la catedral compostelana. Lo mismo que podemos hacer hoy.

(Textos propiedad de Turisnorte. Prohibida su reproducción)